De siempre se ha dicho que por mucho trigo no es mal año, y que mas vale
que sobre que no que falte, con estas premisas mi hermano se puso a buscar un tambor
para su colección con las tres B, “bueno bonito y barato”.
Este tenía lo de barato, hacerlo bueno y bonito se lo deja, a su
hermano grande, o sea yo mismo.
Por lo que nos dimos a la tarea, y mientras mi jefa hacia rollos fritos a medias con mi cuñao Ofre, yo me dedique a:
Desmontar, lijar, pintar, quitar pegatinas de las pieles, repasar
bordoneras y montar con mimo.